la andragogía

Las 8 características de la andragogía que potencian tu experiencia de aprendizaje 👴

¿Y si pudieras aprender a tu ritmo y aprovechar lo que ya sabes? La andragogía es una ciencia que busca fomentar tu participación y autonomía dentro de la experiencia educativa.

Imagina que estás en un aula donde se valoran tus aportes y se fomente el diálogo, para poder aprender de forma activa, conectando la información nueva con lo que ya sabes y motivándote a aplicar los conocimientos en situaciones reales.

Una educación andragógica te permite desarrollar habilidades de manera práctica y significativa, haciendo que el aprendizaje sea algo realmente personal y transformador.

Es una herramienta poderosa y transformadora, ya que la andragogía se basa en tres principios que hacen que el aprendizaje sea más efectivo, humano y realista, reconociéndote como protagonista de tu proceso formativo y promoviendo una educación centrada en:

  • Tu persona.
  • Tus intereses.
  • Tu experiencia.
  • Tu ritmo de aprendizaje.

Algunos estudios han mostrado que los adultos que participan activamente en su proceso educativo experimentan una mayor satisfacción y un impacto positivo en su desempeño laboral y personal.

¿Qué es la andragogía?

El concepto de andragogía tiene que ver con el arte y la ciencia de enseñar a adultos mediante técnicas específicas; reconoce las necesidades y experiencias particulares de los adultos en el proceso de aprendizaje.

La andragogía se fundamenta en que es muy diferente enseñar a un niño que a un adulto, pues las personas adultas tienen su propia forma de aprender basada en sus experiencias y conocimientos previos.

Por eso, se centra en adaptar la enseñanza a tus intereses, necesidades y ritmos, reconociendo que ya cuentas con un bagaje valioso que enriquece el proceso educativo.

Diversos expertos han destacado que, cuando el aprendizaje se da de manera participativa, como propone la andragogía, la retención y aplicación de los conocimientos mejora considerablemente.

¿Cuál es la diferencia entre pedagogía y andragogía?

La pedagogía y la andragogía son dos enfoques distintos para enseñar, y la principal diferencia está en quién aprende, ya que la pedagogía se enfoca en la enseñanza de niñas, niños y adolescentes.

En este modelo, el docente suele tener un papel central, guiando paso a paso el proceso y ofreciendo los conocimientos que se deben aprender. Además, los contenidos suelen estar definidos de antemano y el aprendizaje sigue un camino más estructurado.

Otra diferencia importante es que en la pedagogía muchas veces los estudiantes aprenden por obligación, porque es exigido por la escuela o los padres, mientras que en la andragogía tú aprendes por elección.

La pedagogía y la andragogía no se contradicen, simplemente responden a momentos diferentes de la vida, puesto que cada una tiene sus métodos y objetivos; sin embargo, ambas buscan que tú aprendas de forma significativa.

Malcolm Knowles y sus aportes fundamentales en la andragogía

Malcolm Knowles fue un educador estadounidense que dedicó su vida a entender cómo aprenden las personas adultas y propuso un enfoque diferente al que se usa con niños y adolescentes, ayudando a poner nombre y forma a la andragogía, explicándola a través de cinco principios:

  • Necesitas saber para qué vas a aprender algo.
  • Quieres participar en las decisiones sobre tu aprendizaje.
  • Ya tienes conocimientos previos.
  • Estás motivado por necesidades concretas.
  • Te interesa resolver problemas reales, no solo acumular teoría.

Gracias a estas ideas, muchos programas de formación para adultos empezaron a cambiar transformando el aprendizaje en algo natural y útil en cualquier etapa de tu vida.

¿Cuáles son los tres principios de la andragogía?

La andragogía es mucho más que enseñar de otra manera, ya que reconoce que tú, como estudiante con experiencia, traes contigo una historia, una voz y una intención clara al aprender, por eso se basa en los siguientes principios:

Participación activa

Entre los principios básicos de la andragogía está el que seas parte activa en el proceso de aprendizaje, y esto quiere decir que puedes proponer ideas, traer ejemplos de tu vida o plantear tus dudas y relacionarlo con tu realidad.

Esto parte de la idea de que aprender no es repetir lo que dice un libro o un profesor, sino construir el conocimiento desde lo que ya sabes, con el fin de mejorar la comprensión y la retención del contenido.

Horizontalidad

En la educación de adultos no existe una relación jerárquica tradicional como en otros niveles educativos, porque otro de los principios fundamentales de la andragogía reconoce que tú y el facilitador están en igualdad de condiciones.

Esto se debe a que ambos tienen conocimientos y experiencias valiosas con las que se puede crear un espacio de intercambio donde tú puedes aportar tanto como aprendes, fortaleciendo tu autoestima como aprendiz y mejorando el vínculo con quien guía el proceso educativo.

Flexibilidad

El último de los principios de la andragogía es la flexibilidad, la cual consiste en entender que tu vida no es la misma que la de un estudiante adolescente o universitario, porque tienes una serie de aspectos particulares como:

  • Responsabilidades. 
  • Experiencias previas.
  • Un estilo de aprendizaje propio.
  • Objetivos personales que te motivan.

Por eso, los programas andragógicos están diseñados para que puedas aprender sin tener que encajar en un molde rígido, adaptando sus contenidos en tiempos, métodos, temas y ritmos de estudio.

Esta flexibilidad, además, permite atender la diversidad, algo considerable cuando se trata de educación para personas adultas que vienen de contextos muy distintos entre sí.

¿Cuáles son las características de la andragogía?

Además de adaptarse a tus necesidades académicas, la andragogía parte de una comprensión profunda de cómo aprendes cuando ya tienes experiencias de vida, responsabilidades y objetivos claros; por eso cuenta con una serie de características:

Está centrada en ti como persona adulta

La educación andragógica parte de la idea de que tú ya no eres un aprendiz pasivo, ya que tienes una serie de conocimientos previos que influyen en tu forma de aprender tales como:

  • Historia.
  • Experiencias.
  • Valores. 

Por eso, tu punto de partida no es el mismo que el de otra persona, y eso no solo se respeta, sino que se convierte en el eje del proceso educativo para tener una experiencia de aprendizaje que se adapte a ti.

Valora tu experiencia como parte del aprendizaje

Uno de los elementos más valiosos que traes al aula o al entorno de aprendizaje es tu propia experiencia de vida, por eso en la andragogía tus vivencias se utilizan como base para construir nuevos conocimientos.

Promueve la autonomía en tu aprendizaje

En la educación andragógica tú tomas decisiones sobre qué, cómo y cuándo aprender; esto no significa que estés solo, sino que tienes más control y participación en el proceso educativo.

Esa libertad te permite adaptar el aprendizaje a tu estilo, tus tiempos y tus metas personales o profesionales, lo que hace más fácil mantener la motivación, ya que te sientes dueño de lo que aprendes.

Está orientada a lo práctico y aplicable

La andragogía se enfoca en contenidos útiles y en resolver problemas concretos, porque como adulto tú no solo buscas aprender por el simple hecho de saber algo nuevo, sino porque quieres aplicarlo en tu vida, tu trabajo y tus proyectos.

Por eso, muchos programas de educación para adultos se construyen sobre estudios de caso, proyectos reales o situaciones de la vida cotidiana que te permiten aprender haciendo.

Fomenta la participación activa

En la educación para adultos, no estás ahí solo para escuchar a tus tutores, sino que tú participas, opinas, preguntas, debates y construyes el conocimiento junto con los demás actores de la comunidad educativa.

Este tipo de aprendizaje colaborativo es más enriquecedor y mejora la retención de lo aprendido, gracias a que la interacción activa te ayuda a consolidar lo que aprendes y a verlo desde distintas perspectivas.

Se adapta a tus necesidades y circunstancias

La andragogía busca ofrecer opciones flexibles desde diferentes horarios, hasta la modalidad del aprendizaje, porque entiende que tu vida está llena de características particulares como responsabilidades, horarios ajustados y metas específicas.

Esto hace posible que avances a tu ritmo en tu proceso educativo sin dejar de lado otras áreas de tu vida. Según datos de la OCDE, los adultos que acceden a modelos flexibles de formación tienen mayores tasas de finalización que los que siguen modelos más rígidos.

Estimula la motivación interna

Por lo general, las personas adultas adquieren nuevos conocimientos porque tienen un motivo personal como por ejemplo mejorar en su trabajo, crecer como persona, emprender o ayudar a otros.

Esa motivación nace de ti, y es una fuerza poderosa que la andragogía potencia creando entornos que te inspiran y te conectan con lo que verdaderamente te importa.

Acepta la diversidad de experiencias y necesidades individuales

La andragogía reconoce esta diversidad como una riqueza, no como una dificultad, ya que entiende que cada adulto que se forma tiene una historia única que difiere del resto debido a aspectos como:

  • Edades. 
  • Trayectorias laborales.
  • Niveles educativos.
  • Intereses. 
  • Contextos culturales.

Por eso, tú no tienes que encajar en un molde único, sino que el proceso de aprendizaje se adapta a tus características personales, respetando tu ritmo, tu punto de partida y tus objetivos.

Esto permite que el aprendizaje sea más justo, más inclusivo y más significativo para cada persona. Además, según informes de la UNESCO, los programas que consideran esta diversidad logran mejores niveles de satisfacción y permanencia en los estudiantes adultos.

¿Cómo aplica Mundana la andragogía?

Mundana aplica la andragogía desde el momento en que te pone en el centro del proceso educativo, ya que te da la flexibilidad de decidir cuándo, dónde y cómo quieres avanzar, adaptando nuestra oferta de cursos a tu ritmo, respetando tus horarios y responsabilidades personales.

Además, en Mundana valoramos tu experiencia previa, convirtiéndola en una herramienta clave dentro del proceso educativo. No se trata solo de recibir información, sino de conectar lo que aprendes con tu vida real, metas y desafíos, lo que hace el aprendizaje más efectivo y motivador.

Otro aspecto clave es que tú participas activamente en tu formación, ya que puedes tomar decisiones, plantear dudas y construir tu propio camino con el acompañamiento de docentes que están tu lado.

¿Cuál es el rol del facilitador en la andragogía?

El rol del facilitador en la andragogía es muy distinto al que quizá recuerdas de tu etapa escolar. Aquí, en lugar de adoptar una posición de autoridad, el facilitador no te dice exactamente qué hacer, sino que te acompaña en tu proceso.

La función de un facilitador en la andragogía es guiarte, y eso significa que puede proponerte recursos, ayudarte a encontrar sentido a los contenidos y darte el espacio para que participes activamente.

Recuerda que tú no eres un espectador, sino el protagonista del proceso, y el facilitador está ahí para asegurarse de que ese proceso sea claro, significativo y ajustado a tu realidad.

Además, el facilitador crea un entorno de confianza donde puedas expresarte libremente, compartir tus experiencias y sentirte motivado para seguir aprendiendo. No se trata solo de enseñar, sino de generar diálogo, facilitar el intercambio de ideas y ayudarte a conectar lo que aprendes con tu vida diaria.

Conclusiones sobre las características de la andragogía que potencian tu experiencia de aprendizaje

La andragogía te ofrece una forma de aprender que se adapta a tus necesidades, potenciando tu experiencia y facilitando el desarrollo continuo en todas las áreas de tu vida.

Es una forma de aprendizaje pensada para ti, para tu realidad y tus aspiraciones, por eso es más que una metodología, puesto que es una manera de respetarte y acompañarte mientras creces, aprendes y te transformas.

Ten en cuenta que aprender en la edad adulta no solo es posible, sino que puede ser profundamente transformador cuando deja de sentirse como una obligación y se convierte en una herramienta poderosa para crecer, avanzar o reinventarte.

Si quieres estudiar en un entorno flexible, participativo y que se adapte a tu ritmo, te invitamos a visitar el Bachillerato para adultos de Montaigne y a que conozcas toda nuestra oferta de cursos, congresos y seminarios; también puedes contactarnos que con gusto te ayudaremos.

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